Descripción del curso
PRESENTACIÓN
En 2050, dentro de 30 años, se prevé que necesitaremos el equivalente a 2 planetas Tierra para mantener un estilo de vida cada vez más insostenible.
Es una realidad que la preocupación por los ecosistemas y la biodiversidad del planeta ya no es tan sólo patrimonio de los ecologistas, sino que la compartimos todos, ciudadanos, organizaciones e instituciones.
La evidencia ante todos de los graves problemas sociales a nivel mundial no resueltos por las instituciones públicas como, por ejemplo, la falta de infraestructuras sanitarias, educación, seguridad, agua y alimentos, energía así como las desigualdades sociales y salariales que estamos viviendo y sufriendo en los inicios del ya siglo XXI, está provocando una falta de confianza en los organismos públicos que a su vez traslada el centro de gravedad y la responsabilidad de afrontar estos grandes problemas sociales, conocidos como objetivos de desarrollo sostenible, a las organizaciones.
Históricamente, los modelos de las organizaciones han ido cambiando desde su origen adaptándose y ajustándose a los nuevos entornos socioeconómicos, los avances tecnológicos y las necesidades y requerimientos que las distintas civilizaciones y sociedades demandaban de ellas.
En pleno siglo XXI estamos viviendo un cambio de paradigma organizacional que pasa del capitalismo del siglo XX en el que los colosos concentraban el poder de mercado y acentuaban los problemas de desigualdad y fragilidad de los ecosistemas (desigualdad salarial, reparto de riqueza) a un capitalismo cohesivo y sostenible, que facilita la cooperación en contraposición a la competencia en la búsqueda y persecución del equilibrio social, ambiental y económico.
Se trata de entender la Sostenibilidad Organizacional en sus varias dimensiones: social (si hay mal ambiente en las organizaciones, esto no funciona), ética (si la gente aprende a hacer las cosas mal, sin valores, ésto no tiene futuro), medioambiental (si nuestra actividad no respeta el ecosistema, la reducción de la contaminación y desperdicios, la utilización eficiente de energía y recursos, el entorno no persiste) y también económica (si las organizaciones no ganan dinero, éstas no se sostienen).
Las estrategias y entornos de la Sostenibilidad Organizacional pasan por reformular los principios básicos que rigen el origen, la fundación y el desarrollo de las empresas en el siglo XXI. Planteamientos como ¿Qué es una empresa y cuál es su función social? nos permiten definir el propósito de la organización y dar sentido a la misma en todos sus aspectos y actividades.
Las empresas deben servir a la sociedad considerando a todos los stakeholders, participantes e interesados. En los beneficios de la empresa debe participar todo aquel que esté en el juego, at stake (accionistas, empleados, proveedores, administración, instituciones financieras,…), conjugando la misión externa (estrategia de puertas hacia afuera) con la misión interna (estrategia de puertas hacia adentro).
Entre los beneficios de la organización está por un lado la creación de valor económico, las empresas son organizaciones económicas con eficiencia; si no, no hay continuidad, ni crecimiento, ni futuro, pero por el otro lado también está la creación de valor no económico, porque las motivaciones de los que participan o se benefician de la empresa son muy variadas, y todas ellas pueden actuar en sus decisiones.
La generación de riqueza de manera sostenible requiere un compromiso con la visión a largo plazo de la organización en contraposición a los resultados inmediatos, a corto plazo, o incluso trimestrales, que no incentivan ni están alineados con la sostenibilidad de las organizaciones.
La incorporación de los stakeholders en la gestión de la empresa requiere de estrategias con propósito explícito (recogidas en la RSC), estrategias encaminadas a ampliar el pastel, no en cómo repartirlo, a ajustar el gobierno corporativo y a renovar las métricas de evaluación de los objetivos en línea con el propósito, más allá de lo financiero.
Todo ello basado en una cultura organizacional que abraza la innovación y adaptación tecnológica de los empleados, contempla la formación continua, estima y evalúa el impacto social y ambiental de sus actividades no sólo desde las declaraciones de principios, sino desde las vivencias.
Lo importante de la RSC no es su definición (amplia) sino que la vivamos, nos la creamos y participemos de ella, de modo que la RSC y la estrategia de la empresa sean piezas de un mismo conjunto, deben ir de la mano, alineadas.
No hagas RS para ser más competitivo, haz RS y serás más competitivo.
El viaje hacia la sostenibilidad organizacional no tiene límite, es un itinerario acumulativo